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domingo, 26 de febrero de 2012
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domingo, 12 de febrero de 2012
Fenomenológicamente vistas...
Gran Plano General de las Torres de Satélite, Naucalpan, Edo. Méx., 2012
Me estaciono cerca de un puente peatonal para poder apreciar todo el entorno que rodea a las torres, mientras avanzo por el puente siento como vibra por el andar de los automóviles abajo mío. Volteo a la derecha y ahí están, majestuosas, brillantes y vivas; la luz del sol cayendo sobre su lado derecho hace que las sombras de cada una de ellas juegue con la torre de alado, me imagino como si se estuvieran acariciando y se dieran ánimos para seguir con su estadía.
Plano General "puente itinerante", Naucalpan. Edo. Méx, 2012
centro de éste, siento el vibrar de las placas de metal y me comienza a dar una sensación de vacío, de angustia y de miedo, pero sigo caminando, cuando volteo a ver las torres, el miedo, el vacío y la angustia han desaparecido. Vistas desde esa estructura engañosa y peligrosa, las Torres toman una magnificencia imponente. Me gusta la vista desde aquí. Quisiera que fuera de noche para poder ver el juego de luces entre la iluminación de las torres y el andar de los autos.
Primer plano Julián en las Torres, Naucalpan
Permanencias
domingo, 5 de febrero de 2012
Presentación
Las Torres de Satélite se construyeron en 1957 como parte de un proyecto que visualizaba la construcción de una ciudad moderna y autónoma, la cual se encontraría a las afueras de la ciudad de México (Daniel Garza, 2009). El proyecto fue dirigido por Mario Pani, quien invito al arquitecto tapatío Luís Barragán, que a su vez invitó a su colega Mathias Goeritz. Estos últimos tendían a la idea de que las estructuras más que ser funcionales debían de causar sensaciones, es decir, la denominada arquitectura emocional.
Las Torres fueron diseñadas por Barragán y Goeritz; éstas serían parte de una plaza, la cual daría la bienvenida a esta ciudad moderna y autónoma, es decir, a Ciudad Satélite.
Finalmente el proyecto de Mario Pani no se dio y lo único que quedo de aquel ambicioso proyecto (ya se tocará el tema más adelante) fueron cinco torres que dan la bienvenida a la supuesta “ciudad moderna”, o conocida hoy en día como Ciudad Satélite.
Este proyecto pretende estudiar las Torres de Satélite porque hoy en día se encuentran en un deterioro constantes y creciente. Existe un puente peatonal el cual le resta la emoción y el sentimiento que sus autores (Goeritz y Barragán) intentaron proyectar. Además el segundo piso Bicentenario amenaza con destruir este ejemplo de la arquitectura emocional.
Me parece curioso que gran parte de la gente residente de Ciudad Satélite se identifique e inclusive forme una identidad a partir de Ciudad Satélite y sus Torres y que aun así éstas se encuentren en un estado tan deteriorado, tan indiferente y tan olvidado.